El tanque de cultivo de fermentación y el tanque de fermentación son dos equipos clave utilizados en procesos de fermentación industrial para la producción de sustancias fermentadas, como productos químicos, alimentos, bebidas alcohólicas, productos farmacéuticos, entre otros. Aunque ambos términos se usan a menudo indistintamente, hay algunas diferencias sutiles entre ellos.

Un tanque de cultivo de fermentación es un contenedor diseñado específicamente para el crecimiento de microorganismos, como bacterias, levaduras u hongos, en condiciones óptimas de temperatura, pH, agitación y oxígeno. Estos tanques suelen tener una capacidad menor y están equipados con sistemas para controlar y medir los parámetros del proceso, como sensores de temperatura, pH y oxígeno disuelto, así como dispositivos de agitación y aireación.

Por otro lado, un tanque de fermentación puede referirse a un contenedor de mayor capacidad utilizado para la fermentación propiamente dicha, es decir, el proceso en el cual los microorganismos convierten los sustratos (como azúcares) en productos finales deseados mediante la producción de metabolitos. Los tanques de fermentación son similares a los tanques de cultivo de fermentación, pero generalmente tienen una capacidad mayor y pueden no contar con tantos dispositivos de control y medición.

La elección entre el uso de un tanque de cultivo de fermentación o un tanque de fermentación dependerá de la escala del proceso, los requerimientos técnicos y las necesidades específicas de la producción. En muchos casos, se utilizan diferentes tamaños y tipos de tanques a lo largo del proceso de fermentación, desde el cultivo inicial de microorganismos hasta la fase de producción a gran escala.

Es importante destacar que tanto los tanques de cultivo de fermentación como los tanques de fermentación deben ser diseñados y operados de acuerdo con las buenas prácticas de fabricación y las normativas específicas de cada industria para garantizar un proceso seguro, eficiente y de alta calidad.